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1. «En el comunicado del 25 de noviembre pasado, el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR) expresó su repudio a hechos que afectan a la convivencia y al respeto que las convicciones religiosas merecen. Los sucesos ocurridos en torno a una exposición plástica realizada con patrocinio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en un espacio público, hacen necesario reafirmar ese concepto. Ellos ponen de manifiesto que lo sagrado no puede ser escarnecido, aún por quien no tiene fe. La crítica, por severa que sea, a una determinada cosmovisión religiosa requiere partir del respeto por quienes adhieren a ella. Rechazar toda forma de incitación al odio religioso no es ejercer la censura: es asegurar el derecho de todos al ejercicio de su propia libertad religiosa».

2. «Adherimos a la declaración de la Sra. Defensora del Pueblo de la Ciudad y confiamos en que, a través de la vía constitucional del amparo, la Justicia garantizará la libertad religiosa de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, que se ve afectada por la exhibición que se realiza en un espacio público, violatoria de la obligación de sus autoridades de evitar el agravio a los sentimientos religiosos y la promoción del odio religioso que la muestra trasunta».

3. «No podemos dejar de señalar, por otra parte, la presencia solidaria de las distintas confesiones religiosas que han manifestado su repudio a esta agresión a la fe católica. Ella es en sí misma un testimonio de respetuosa convivencia en el ámbito pluralista de nuestra sociedad democrática, y un signo elocuente de que la agresión deliberada a una creencia religiosa hiere a todos los creyentes».