El Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR) desea expresar su consternación y repudio por la agresión sufrida por el Cementerio Israelita de La Tablada, donde decenas de tumbas han sido profanadas.
Los cementerios son lugares de innegable connotación religiosa, que merecen el máximo respeto y una protección especial. Su violación, más allá del daño material, provoca una honda herida espiritual a los deudos y allegados de quienes allí reposan. Por ese motivo, el CALIR propuso oportunamente la incorporación al Código Penal de un artículo que castigue a “quien profanare un lugar de culto de una confesión religiosa reconocida, objetos considerados sagrados por ella, o un sepulcro o sepultura”.
Deseamos que este hecho penoso sea prontamente esclarecido por las autoridades, y que las familias judías afectadas y toda esa comunidad puedan celebrar en paz sus próximas fiestas, por las que hacemos llegar anticipadamente nuestro cordial saludo.
Juan G. Navarro Floria (Presidente) Horacio BERMÚDEZ (Secretario)